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La Sonrisa Interior



Energía de bajo nivel versus energía de alto nivel
En el taoísmo relacionas las emociones negativas con la energía de bajo nivel. Muchas personas llevan una vida llena de ira, tristeza, depresión, miedo, preocupación y otras variantes de la energía negativa. Estos tipos de energía están llamados a causar enfermedades crónicas y a quitarnos la mayor parte de nuestra fuerza vital. La Sonrisa Interior es una verdadera sonrisa dirigida a todas las partes del cuerpo, incluyendo los órganos, glándulas y músculos, así como el sistema nervioso. Produce energía de alto nivel capaz de curar y de ser transformada a veces incluso en un nivel de energía superior. Una auténtica sonrisa transmite energía afectuosa, que tiene el poder de animar y curar. Sólo hay que recordar alguna ocasión en que nos hemos sentido preocupados o enfermos y alguien, quizá un extraño, nos ha dedicado una sonrisa amplia: súbitamente nos hemos sentido mejor. Norman Cousins, primer editor de "The Saturday Review', ha escrito en "Anatomy Of An lliness' que se curó de una extraña enfermedad de los tejidos viendo películas de los Hermanos Marx. Una de mis alumnas venció el cáncer de mama practicando continuamente la Sonrisa Interior a la parte afectada. En la antigua China, los Maestros taoístas ya conocían el poder de la energía de la sonrisa. Practicaban la Sonrisa Interior, para mover la energía chi y producir un alto nivel de ésta y obtenían como resultado salud, felicidad y longevidad. Sonreírse a sí mismo es como dejarse acariciar por el amor, y el amor puede curar y rejuvenecer.

La Sonrisa Interior dirige la energía de la sonrisa a los órganos y glándulas fundamentales para la vida, irónicamente, aunque prestamos mucha atención a la apariencia externa, pocos somos conscientes del aspecto de los órganos internos, de su localización o de sus funciones. Es más, somos insensibles a los sutiles avisos que nos envían cuando los maltratamos con dietas inadecuadas y con formas de vida poco saludables. Somos como un jefe que nunca prestara atención a sus empleados y que se enfadara cuando algo sale mal. Si nos familiarizamos con los órganos y glándulas, apreciamos lo que hacen y aprendemos a descifrar sus mensajes, seremos recompensados disfrutando de mayor relajación y vitalidad.

Secreción melosa o secreción venenosa

La Sonrisa Interior es efectiva especialmente por contraatacar el estrés de la vida. En nuestra sociedad se gastan millones de dólares para hallar un modo de combatir el estrés. A menudo, estos remedios sólo proporcionan un alivio momentáneo. La Sonrisa Interior tiene íntima relación con la glándula del timo y aumenta su actividad. En el sistema taoísta, el timo es la sede del amor y de la fuerza vital de la energía Chi. Cuando nos encontramos en una situación de estrés emocional, esta glándula es la primera afectada. En el libro "Your Body Doesn't Lie', de John Diamond, se presenta un estudio que muestra que el timo desempeña el papel de maestro que controla y dirige la energía vivificante y curativa del cuerpo, la teoría sobre el cáncer formulada por Sir MacFarlane Burner, australiano ganador del premio Nobel, sugiere que si se estimula la actividad del timo, se tendrá como resultado una mayor posibilidad de prevenir el cáncer. Una de las células producidas por el timo son las células tipo T. Su función es aislar las células anormales y destruirlas. De todos los billones de células que se producen en el organismo todos los días, algunas son anormales. Si las células T no son activadas por la hormona producida por el timo, las células anormales continuarán proliferando y desarrollarán un cáncer clínico. Por ello, el timo desempeña un papel crítico en la prevención del cáncer en la vida adulta. En la kinesiología aplicada, hay un modo de examinar la fuerza o la debilidad de la glándula del timo en el que la Sonrisa  Interior tendrá un importante papel. Compruébelo con un compañero: Toque el timo, localizado en el punto donde la segunda costilla se une con el esternón, por debajo de la garganta. Asegúrese primero de que su compañero no sonría, sino que haya dejado caer los músculos faciales y las comisuras de la boca. Haga que mantenga una mano extendida a su costado, mientras usted presiona la mano caída. Después, vuelva a probarlo con su compañero sonriendo y note la diferencia. Esto demuestra que, cuando se sonríe, se activa la glándula del timo.   

Los sabios taoístas afirman que cuando se sonríe, los órganos producen una secreción similar  a la miel, que nutre todo el cuerpo. Cuando se está enfadado, temeroso o sufriendo estrés, los órganos producen una secreción venenosa que bloquea los canales de energía, se instala en los órganos y causa pérdida de apetito, indigestión, aumento de tensión arterial, taquicardia, insomnio y emociones negativas. Sonreír a los propios órganos les hace también expandirse, hacerse más suaves y húmedos y, por tanto, más eficaces. Como resultado, el hígado, por ejemplo, tiene más espacio para almacenar elementos nutritivos y para desintoxicarnos de sustancias nocivas.

La práctica de la Sonrisa Interior comienza en los ojos. Estos están unidos al sistema nervioso autónomo, que regula la acción de los órganos y las glándulas. Los ojos son los primeros en recibir señales emocionales y obligar a los órganos y glándulas a acelerarse en ocasiones de estrés o peligro (reacción de "lucha o huida') y a tranquilizarse cuando ha pasado la crisis. Desde un punto de vista ideal, los ojos mantienen un nivel de respuesta tranquilo y equilibrado. Por ello, relajando sólo los ojos, podemos relajar el cuerpo entero y así liberar la energía para la actividad que queramos realizar. 

Lo que podemos aprender por medio de la Sonrisa Interior

Cuando estamos estresados, en un estado emocional alterado, o nos dejamos dominar por el temor o la ira, nuestros órganos se obstruyen y nuestros niveles de actuación disminuyen. Se consume gran cantidad de energía, y nos volvemos pesados, faltos de reflejos y de alegría. Nos vemos entorpecidos para desarrollar nuevas ideas y, si tratamos de esforzarnos para aprender algo, el tema en cuestión se escapa a nuestra mente y no podemos integrarlo en nuestro mundo. En el sistema taoísta se cree que nuestros órganos, sentidos y partes del cuerpo tienen que ver también con el aprendizaje de cualquier tipo. Cuando sonreímos a nuestros órganos, sentidos y glándulas, conectamos y nos comunicamos bien con ellos. Cuando nos dejamos invadir por el estrés o por el miedo, todos los órganos y sentidos se cierran. Por ejemplo, cuando alguien no nos gusta, nuestro cuerpo rehusa admitirlo, y es incapaz de aceptar sus enseñanzas e ideas.

 Pautas para el aprendizaje superior

a)       Sonría durante todo el aprendizaje. Sonría a las partes u órganos que se resisten a las ideas nuevas. Así, si el corazón no tiene deseos de abrirse y de aprender, debemos sonreírle para que libere el gozo y la diversión que se siente al saber cosas nuevas. Si el hígado está lleno de ira, lo que dificulta la visión, sonríale hasta que se abra.
b)       Haga que las manos, piernas, cabeza, pecho, ojos, nariz, boca, oídos, lengua, ano, etc. se comprometan en el aprendizaje por medio de la interpretación. Por ejemplo, si estamos aprendiendo a manejar un nuevo ordenador, imaginemos o interpretemos que somos un ordenador. Debemos meternos en él para comprenderlo. Hemos de utilizar los ojos, manos, oídos, etc. y ponerlos en contacto con lo que queremos aprender.
c)       Sonría  a los sentidos y déjelos todos abiertos; que se sientan ligeros y contentos al aprender. Que se comprometan también en el aprendizaje. Comience por la vista; después, pase al sentido auditivo, olfativo, cinético y del gusto. Imagine lo que desea aprender con el sentido de la vista: qué aspecto tiene; del oído: cómo suena; del olfato: cómo huele; del tacto: qué tacto tiene; y del gusto: cómo sabe.
d)       Utilice metáforas de su vida diaria, las más conocidas y las que emplea con mayor frecuencia. Por ejemplo, un jardinero, o una persona a quien le gusten las flores, conectará aquello que desea aprender con la jardinería o con las flores. Un amante de los animales, transformará lo que aprende en animales y las características de lo que aprende en características de animales.

e)             Comprometa su ser total en el aprendizaje. Compruebe su sistema (sentidos, órganos, brazos, manos, etc.). Todos sus elementos están ávidos de aprender o de reconocer lo que desean aprender, ha de sonreírles y decirles que los ama y que quiere que se comprometan.

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