El chi kung (pinyin qìgōng) podría
describirse como la práctica de una serie de ejercicios, tanto en movimiento,
como estáticos, que pretenden un restablecimiento del equilibrio energético en
nuestro cuerpo. De manera directa ese equilibrio energético genera un restablecimiento del funcionamiento orgánico,
originado entre otras razones por la relajación generalizada que provocan sus
movimientos lentos, respiración pausada y consciente , así como la liberación
de la tensión generada en la mente.
Las características de esta práctica
posibilitan un desarrollo en diferentes componentes de nuestro Ser.
Encontraríamos un desarrollo de los elementos físicos del mismo, que
favorecerán un correcto flujo energético y una armonía que nos llevarán a un
conocimiento y manejo de nuestras emociones, permitiendo una emisión
equilibrada y controlada de nuestros pensamientos, alcanzando una mayor
evolución en nuestra espiritualidad.
La práctica continuada de esta disciplina nos proporcionará una mejora de nuestro cuerpo físico, permitiendo la prevención de lesiones y enfermedades, también dará lugar a la más rápida y armónica recuperación de cualquier proceso de desequilibrio de nuestro cuerpo, tanto físico, etérico, emocional o mental. Desde luego todo ello favorecerá la posibilidad de que nuestra espiritualidad se exprese de una manera más equilibrada y pura.